Un bonito y pequeño pato. La cerceta común, como casi todas las anátidas son castigadas por los cazadores y se vuelven extremadamente recelosas y asustadizas. Conseguir tenerlas tan tranquilas a sólo unos metros y poder fotografiarlas a placer fue una gozada.
La foto corresponde a un macho. Sin recorte, es decir, encuadre original.
Macho con plumaje nupcial
Dos momentos de su acicalamiento del plumaje y estiramientos. Claras muestras de su comportamiento relajado.
La mayor parte del tiempo en las fechas en que se hicieron las sesiones , pleno enero, las cercetas se dedidacaban a comer. Las pocas horas de luz, el frío y la alimentación, pobre en grasas, hacen que necesiten ocupar gran parte del día a comer. Para ello "pastan" las hierbas de aguas someras, como podéis observar en las fotografías
Una hembra que aunque sea menos vistosa que su consorte también tiene derecho a ser fotografiada.
Preciosa.. Menuda diferencia..
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